Browsing by Subject "Juana Inés de la Cruz, Sister, 1651-1695. Empeños de una casa"
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- ItemDentro de la Iglesia San Martín le dicen: ¡Ay, negrita, vente tú; danos consuelo! Las visiones y las oraciones de Catalina Muñoz(2005) Jones, Nicholas Rashad; Castillo Sandoval, Roberto; Burshatin, IsraelEn su obra de teatro, Los empeños de una casa, sor Juana Inés de la Cruz subraya un punto importante que revela la manera didática de la Inquisición sobre una masa de gente: Enseñar e inspirar a los demás cómo ser rebelde. Las palabras citadas del epígrafe vienen del personaje Castaño. En Los empeños de una casa, Castaño se viste de mujer porque el propósito de su rol en la comedia le permite hacerlo. La idea general captada en el monólogo de Castaño es que le favorece al pícaro célebre Garatuza. El famoso Garatuza fue condenado por el Santo Oficio de México “a salir en forma penitente, vela verde en las manos, soga a la garganta, coroza blanca en la cabeza, abjuración de levi, doscientos azotes y cinco años precisos de galeras de terrenote, al remo y sin sueldo.” Como devoto de Garatuza y también de las Indias (México), Castaño alaba el hecho de que aprende a actuar e imitar las mismas actividades y características que hizo famoso a Garatuza. Con su mentalidad abierta, Castaño logra aprovecharse de la crítica de sor Juana que la Inquisición enseña a los demás cómo ser rebelde. Paradójicamente, la ironía aquí es que la Inquisición también da un espacio liberador para una población de gente común ya que han visto los ejemplos de los procesados por la Inquisición. Es decir, las personas al margen de la sociedad — en particular el sujeto de este estudio Catalina Muñoz — hallan una conexión con lo espiritual y lo Divino.